Recientemente me topo con que las organizaciones que buscan ser ágiles sufren un síntoma al buscar esa agilidad el cual es que los proyectos en su presupuesto y duración están en la mayoría de los casos comprometidos y firmados con "sangre".
Esto hace que no importa lo que pase, el cliente esta esperando todas esas cosas que pidió. La habilidad de escribir y manejarse a partir de esquemas de trabajo ágil pueden marcar la diferencia en la adopción de las metodologías y del éxito del proyecto. De ahí que el manifiesto ágil hace énfasis en "Colaboración con el cliente en lugar de negociación de contratos".
El articulo de Alex Adamopoulus titulado Must-Have for Agile Contracts es un buen referente para ver los aspectos que no se nos pueden olvidar al momento de desarrollar contratos ágiles.
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